lunes, 31 de octubre de 2011

El Alcalde de El Guijo y el Obispo

¡ULTIMA HORA!

ESCUCHA LA INTERESANTE ENTREVISTA AL SR. OBISPO REALIZADA EN ABC PUNTO RADIO AL FINALIZAR LA VISITA PASTORAL A LOS PEDROCHES en la que comenta, entre otras cosas, el reparto de rosarios...


Sin ánimo de polemizar con quienes ocultándose bajo el anonimato critican al Sr. Alcalde de El Guijo por una fotografía mía en la que aparece en la escuela junto al Sr. Obispo, diré que Eloy Aperador además de ser socialista es católico como la gran mayoría de los vecinos a quien representa y que, en mi opinión, como persona educada que es, cumplió impecablemente con su función de alcalde acompañando al Obispo en la visita pastoral a su pueblo como hace habitualmente con todas las autoridades que tienen a bien visitar El Guijo.

Respecto al comentario la policía local de Pozoblanco… cargando la imagen de la Virgen de las Mercedes en el comienzo de la Feria de Pozoblanco (con la aquiescencia de todos los grupos políticos municipales y de todo el pueblo)” . He de decir que precisamente la “aquiescencia de todos los grupos políticos municipales y de todo el pueblo” es lo que legitima el acto o ¿es que resulta que la legitimidad democrática no reside en el pueblo y en sus representantes legales?

Y continúa el párrafo: “…como muestra esencial de cuánto nos queda todavía para lograr una sociedad que pueda expresarse en libertad, sin las ataduras invisibles de las mentalidades adiestradas”. Con el respeto que me merece la opinión de Antonio Merino, cuyo blog sigo desde hace tiempo, es sólo eso, una opinión que yo en absoluto comparto.

Respecto al comentario de una anonima “vivir como obispos” he de decirle que el día de la visita pastoral a El Guijo y Torrecampo, el Obispo ( que puede tener más de 60 años) se había levantado a las cinco de la mañana, salió de Córdoba a las 8 llegando a El Guijo a las 9.15 cumplió un horario cronometrado de visitas hasta las 11.30 que continuó en Torrecampo.

Luego tras la comida y contestar sus correos electrónicos volvió a El Guijo a las cinco de la tarde a visitar las obras que se están realizando en los alrededores del Santuario de la Virgen de las Cruces y tener un encuentro con los miembros de la Hermandad. De vuelta a El Guijo, a las 6.15 visitó el grupo de catequesis de confirmación que a esa hora estábamos en la Parroquia y, sin tiempo, se fue a Torrecampo a la casa de la cultura donde tuvo un encuentro con los diferentes grupos parroquiales de Torrecampo y El Guijo.

A las 7.45 estaba confesando junto al párroco en la Iglesia de Torrecampo y a las 8 concelebró la misa en la que bendijo la nueva imagen de la Virgen de Veredas. La misa terminó a las 9, yo me fui a El Guijo, y el Obispo continuó atendiendo a gente no se hasta que hora. Luego se fue a Córdoba, conduciendo su vehículo, y por la noche tuvo tiempo de actualizar su blog.

¡Esto es, mi querida anónima, vivir como Obispos!

Y de los numerosos comentarios, me quedo con el siguiente que suscribo en su totalidad:

A los "tolerantes" no les parece bien que el obispo visite a los alumnos que han elegido religión católica. Se trata de la única asignatura elegida, en el marco de la libertad religiosa.

No es por tanto un privilegio, sino un derecho de los padres y una obligación del obispo la de visitar a los alumnos que han elegido religión católica. Así lo reconocen las leyes (que no están muy favorables hoy a lo religioso) en un mínimo de respeto a la libertad de los creyentes. Pues a los "tolerantes" les parece que habría que suprimirla.

Les molesta Dios, la religión, los curas, el obispo. Cuándo vamos a aprender a convivir en un ambiente plural, donde el que no es religioso es respetado y los que consideran la religión como un bien son también respetados..."


jueves, 27 de octubre de 2011

El jardinero entre dos aguas. Homenaje a la obra de los hermanos Lumiere "El regador regado"





Os recomiendo este vídeo realizado durante el curso de Realización y Edición de Cortometrajes ofrecido por el Ayuntamiento de Torrecampo bajo la dirección de nuestra antigua alumna África García Villén







Otros videos












Enhorabuena por vuestro trabajo.

viernes, 21 de octubre de 2011

Francisco Onieva en Peñarroya reivindica el papel de la educación y de los docentes

ÚLTIMA HORA DESCARGA AQUÍ UNA ENTREVISTA DE ABC PUNTO RADIO CÓRDOBA

Ayer, a las 18:00 horas tuvo lugar en el salón de actos del CEP de Peñarroya-Pueblonuevo, dentro de la programación de actividades del CAL, una lectura de nuestro compañero y amigo Francisco Onieva, quien no solo habló brevemente de la reciente aparición de "Los que miran el frío" sino que leyó poemas de sus dos libros publicados, "Los lugares públicos" y "Perímetro de la tarde", y del poemario, "Las ventanas de invierno", que le valió el XXI Premio Cáceres Patrimonio de la Humanidad y que aún sigue a la espera de ser publicado.
Para finalizar, y al ser Francisco Giner de los Ríos declarado "autor del año 2011" por la Consejería de Cultura, reflexionó sobre la actualidad de este pensador andaluz que fundó la Institución Libre de Enseñanza.




Francisco Onieva, reivindicó el papel de la educación y de los profesionales de la misma, los docentes, “en una sociedad que continuamente nos pone en el punto de mira y cuestiona, incluida la clase política, un trabajo que se basa en ofrecer, sin esperar nada a cambio, lo mejor de uno mismo a un determinado número de personas."


En la fotografía aparecen: Alberto Díaz Villaseñor, Francisco Onieva, Antonia García y el concejal de educación Alejandro Campos.







miércoles, 19 de octubre de 2011

LECTURA LITERARIA DE FRANCISCO ONIEVA EN PEÑARROYA-PUEBLONUEVO



El Área de cultura del Excmo .Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, en colaboración con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través del Centro Andaluz de las Letras, les invita.



LECTURA LITERARIA



A cargo de


FRANCISCO ONIEVA



PROFESOR DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA del ies “antonio Mª calero” de pozoblanco




Ha publicado libros de poesía: Los lugares públicos (1998, corregido y ampliado en profundidad en 2008), con el que fue finalista del Andalucía Joven en los años 2000 y 2001, y Perímetro de la tarde (Rialp, 2007), con el que consiguió un accésit del prestigioso premio Adonáis 2006. Con su tercer libro, Las ventanas de invierno, ha obtenido el XXI Premio de Poesía Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Es autor de la antología Palabra compartida (2007). Su obra ha sido recogida en diversas antologías, entre las que destaca Los círculos del aire, realizada por Francisco Gálvez (Algaida 2008). Como narrador ha publicado el relato "Tourmalet, 3000 piezas" dentro del libro colectivo "La puerta de los sueños" y el libro de relatos "Los que miran el frío" (Ediciones Espuela de Plata, Renacimiento, 2011). Además de la vertiente creativa ha publicado numerosos estudios sobre Cervantes, Bécquer, Unamuno, Alberti, Teresa de Jesús..


LUGAR:
CENTRO DE PROFESORES
FECHA:
20 DE OCTUBRE DE 2011
HORA:
18 H






FUENTE

domingo, 16 de octubre de 2011

PRESENTACION EN POZOBLANCO DEL LIBRO “JUAN COBOS REDONDO Y EL DIARIO DE LA EXPEDICIÓN A LAS SALINAS”






“Este libro nos invita a conocer la figura de Juan Cobos Redondo, un desconocido hasta ahora, tanto en la tierra que le vio nacer: Pozoblanco (1735), como en Pedroche donde muere y, sobre todo, donde inicia su andadura franciscana y forja su temple misionero antes de emprender el camino hacia las Indias” . Texto de pedroche en la red

El próximo jueves 20 de octubre, a partir de las 20.30 horas, será presentada en el Mirador del Teatro El Silo de Pozoblanco (Córdoba) la última obra de la profesora PURIFICACIÓN GATO CASTAÑO titulada “Juan Cobos Redondo y el Diario de la expedición a las Salinas” que recoge la extraordinaria aventura vivida por una expedición española que, próximo el final del reinado de Carlos III, fue enviada a la zona donde actualmente confluyen las fronteras de Bolivia, Argentina y Paraguay con la misión de rescatar cristianos prisioneros y firmar un tratado de paz con los chiriguanos, indios guaraníes que la habitaban.

Como integrante de la expedición y con un papel protagonista figuraba el franciscano pozoalbense Juan Cobos Redondo, uno de los dos redactores del diario y comisionado especialmente para la misión por el arzobispo de La Plata.

La autora, que es catedrática de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Extremadura, estará acompañada en el acto de presentación por:

Juan Bautista Carpio Dueñas, doctor en Historia, director del Museo PRASA y concejal de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de Pozoblanco.

José Luis González Peralbo, catedrático de Geografía e Historia del IES Antonio Mª Calero de Pozoblanco.

Emilio Cabrera Muñoz, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Córdoba.

Antonio García-Abásolo González, catedrático de Historia de América de la Universidad de Córdoba.


más aquí







sábado, 15 de octubre de 2011

CARPE DIEM

VIVIR EL PRESENTE
por Francisco Baena Calvo




El cristiano acepta las situaciones negativas como un medio para realizarse como persona y agota las posibilidades para cambiarlas y solucionarlas.

El cristiano no pide que desaparezcan los problemas y las cruces de cada día sino que los pueda sobrellevar y no perder la esperanza.
Jesús de Nazaret nos invita a vivir el presente como manifestación y presencia de Dios en la vida de cada uno de nosotros.

Él decía con insistencia: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todo se os dará por añadidura. No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos” (Mt 6,33-34).

La mayoría de las veces no vivimos el presente como una oportunidad para hacer el bien y para conseguir nuestra propia realización personal.

La mayor parte de las veces suspiramos por un futuro incierto y proyectamos todos nuestros deseos hacia ese mañana, que se nos manifiesta nublado, dejando que el presente pierda su resplandor.

¡Cuántas oportunidades perdemos por nuestra pasividad y hacemos un flaco servicio a nuestro crecimiento personal y a los que tenemos a nuestro lado!

¡Cuántas situaciones quedan sin resolver porque nuestras omisiones anclan nuestra existencia en la comodidad y en la evasión, en el olvido y la ceguera!

No seas un evasivo ni huyas de tus problemas. No seas como el avestruz que esconde la cabeza.

No mires para otro lado de los problemas y de aquello que te inquieta y te preocupa, sino afróntalo con gallardía y con valentía. No busques otras alternativas tan evasivas como el olvido de tu problema, que a la larga te traerán más problemas.

Si tienes un problema, afróntalo y busca soluciones comprometedoras, sanadoras y liberadoras.

Sólo el que vive el momento presente sin olvidarse del pasado no caerá en la nostalgia “inerte y sentimental”.

Sólo el que vive el momento presente sin olvidarse del futuro no será un “iluso y evasivo”.


Te pido en este día, sin mucho preámbulo pero con el corazón en la mano, que aceptes tu realidad y tus circunstancias como un medio para unirte al Dios de la vida y un reclamo para realizarte como persona, porque no hay otro medio de ser persona que asumir nuestros sufrimientos e hilvanar nuestras fatigas.


Y recuerda que “cuando en tu vida se cierra una puerta, otra nueva se abre ante ti. Detente brevemente en el umbral y sé consciente de que lo que dejas atrás es para bien…” (M. E. Miro)

TEXTO de Francisco Baena Calvo, sacerdote, compañero y amigo.

martes, 11 de octubre de 2011

verdad y belleza

Con este sugerente título, el periodista Antonio Moreno Ayora publica en cuadernos del sur, suplemento cultural del DIARIO CÓRDOBA, un interesante artículo sobre el último libro de Francisco Onieva "Los que miran el frío" que os invito a leer.
PUEDES DESCARGAR AQUÍ EL ARTÍCULO COMPLETO

domingo, 9 de octubre de 2011

“Quiero dar las gracias por 25 años de sacerdocio en la Iglesia y para la Iglesia”

Doy gracias a tantas personas que han sido “mi familia” en los lugares donde la Iglesia me ha enviado a ejercer el Ministerio Sacerdotal, desde Pozoblanco hasta Córdoba, pasando por Villaralto, Cardeña, Azuel, La Venta del Charco, Torrecampo, El Guijo, Fernán-Núñez, Peñarroya Pueblonuevo, El Porvenir. ¡Sí, no quiero olvidarme de ninguno de ellos porque ellos son la “familia” de un sacerdote, su gente a la que encomienda, sirve, aconseja, anima y alienta!

¡Perdonad si no soy capaz de todo el amor que me entregaron el día de mi Ordenación Sacerdotal darme del todo y dejarme en reserva por mi egoísmo, vanidad, miedos y pecados!



Desde adolescente he querido ser feliz, sentir en mi interior la afición a la música, la poesía, la novela, el cine, la televisión. Todas las manifestaciones artísticas del ser humano de cualquier siglo, de cualquier tiempo.


Desde mi adolescencia y juventud el descubrimiento de un mundo nuevo, un mundo cargado de rebeldía ante el dolor y el sufrimiento, el mal y la injusticia, y el deseo enorme de transformar la sociedad en claves de justicia, libertad e igualdad.


Desde mi adolescencia y juventud todos mis deseos más profundos, mis rebeldías, mis rechazos y descubrimientos existenciales se iban entretejiendo desde una opción cada vez más decidida por Jesucristo y su Evangelio, y se iba clarificando con mayor nitidez la vida sacerdotal. ¡Sí, años después, reconocí que antes de yo buscarle, Jesucristo ya había salido a mi encuentro!

PUEDES LEER AQUÍ LA HOMILÍA COMPLETA

Francisco Baena Calvo es sacerdote, compañero y amigo.

viernes, 7 de octubre de 2011

Fotografías de África García Villén y próxima cita.

El próximo jueves 13 de octubre en la casa de hermandades de Villanueva del Duque presentación del libro “Los que miran el frío“ de Francisco Onieva.


Nuestra antigua alumna África García Villén, nos manda algunas fotografías del acto en el Mirador del "Silo" de ayer 6 de octubre en Pozoblanco.




D. Francisco Onieva firmó numerosos ejemplares de su obra.


¡muy buena foto!


jueves, 6 de octubre de 2011

"no volver a repetir jamás aquella infamia"

“Al igual que pienso que quizá ya es hora de que todos pasemos página definitivamente y dejemos de lanzarnos reproches sobre lo acontecido en la última guerra civil, del mismo modo considero que todos nosotros deberíamos leer el libro de Onieva como una reconfortante actividad literaria a la par que como un necesario ejercicio de profilaxis con el fin último de no volver a repetir jamás aquella infamia”

Con estas palabras terminaba la presentación que D. José Luis González Peralbo hacía al libro de su compañero y amigo D. Francisco Onieva con el Mirador del Silo repleto de público en el acto celebrado hoy 6 de octubre de 2011.


El discurso comenzaba así:“es ya la tercera ocasión que tengo de presentar en público a Francisco Onieva, ¡qué boda sin la tía Juana!, pero les aseguro que estoy encantado de acudir de nuevo a su llamada porque la considero un honor que me hace; otra cosa muy diferente es que haya sido una elección acertada y que mis palabras de introducción puedan estar a la altura de una obra tan meritoria como la que hoy, aquí, presentamos.


A la hora de ilustrarles sobre el libro que protagoniza este acto, y a fin de no extenderme más de lo necesario, he considerado que debo incidir sólo en unos cuantos aspectos: la persona del autor; el lugar que ocupa la obra Los que miran el frío en su trayectoria literaria; las vicisitudes de publicación y, finalmente, una reflexión personal sobre ella.

En cuanto al autor, Francisco Onieva, de todos es sabido que en su faceta laboral ejerce como profesor de Lengua y Literatura en el IES Antonio Mª Calero de Pozoblanco desde hace casi una década. Paco nació en 1976, cursó estudios universitarios en Córdoba y muy pronto unió su futuro profesional y familiar a la comarca de los Pedroches.

Los inicios de su trayectoria literaria –al menos en su faceta pública- se desenvuelven en el ámbito de la poesía donde enseguida comienza a atraer la atención de los especialistas y a cosechar éxitos y premios: ya en el año 2004 recibe el prestigioso galardón “Hilario Ángel Calero” concedido por el Ayuntamiento de Pozoblanco, al que sigue una fecunda presencia y participación en diversas actividades de carácter cultural.

Previamente, en 1998, había aparecido en forma de plaquette un pequeño adelanto del poemario Los lugares públicos, con poemas escritos a partir de 1996. Aumentado y perfeccionado, y tras quedar finalista con él del premio “Andalucía Joven de Poesía”, Paco tuvo la dicha de asistir a su ansiada edición hace tan solo dos años.


En 2006 con su segundo poemario, Perímetro de la tarde, logra el accésit del “Premio Adonais”, quizá el más prestigioso galardón de poesía en lengua española a nivel mundial.


En 2007 asume la coordinación del ensayo-antología titulado “Palabra compartida” y se encarga igualmente de preparar otra antología, “Entre la cal y el granito”, de Alejandro López Andrada.

Con el tercer libro de poesía, titulado Las ventanas de invierno, Paco obtenía en 2008 el vigésimo primer “Premio de Poesía Cáceres Patrimonio de la Humanidad”, concedido por un jurado en el que figuraban ilustres personalidades de la poesía y del mundo editorial. A partir de ese año algunos poemas de Onieva merecieron justo reconocimiento al ser incluidos en diversas antologías como la titulada “Los círculos del aire” o “El mercado de los pájaros” de reciente aparición.


La última creación poética ha sido el cuaderno titulado Descuidos y omisiones, que ha visto la luz en el presente año.

La vinculación de Paco con la poesía puede seguirse asimismo en numerosas revistas de ámbito nacional e internacional como Angélica, Revista de estudios franco-españoles, Boletín de la Academia de Córdoba o bien Zarisma, de la que fue miembro fundador y codirector.


Pero Francisco Onieva no se ha limitado a la vertiente poética. Como profesor y estudioso que es, también ha centrado la atención en el ensayo, la crítica literaria y el relato, para soslayar solamente y de momento la novela.


Con Tourmalet, 3.000 piezas, relato incluido en la obra “La puerta de los sueños”, obtuvo de forma colectiva el “Premio Solienses” 2010.

La relación que Francisco Onieva ha mantenido con el mundo editorial no ha resultado una labor sencilla, es verdad. Pero tampoco hay que exagerar. Crear literatura de calidad es sumamente difícil. Publicar resulta hoy una tarea ardua y peliaguda, todavía más si no se trata de novela. Por ello pienso que el balance que puede presentar Paco sobre este asunto es muy positivo. Todo lo que se ha propuesto publicar ha obtenido el visto bueno de instituciones y editoriales, por lo demás siempre prestigiosas. Cosa bien distinta es que alguna de estas publicaciones, en la que tiene depositada una enorme ilusión, esté aún en el limbo.



Tampoco el momento elegido para la publicación de algunas de sus obras ha sido, a mi entender y a su pesar, el más adecuado. Tanto Las ventanas de invierno como Los que miran el frío han visto la luz justo antes de periodos vacacionales, momento poco propicio para lanzar novedades.


Pero deseo señalar que Francisco Onieva ha contado para sus obras con el ofrecimiento y respaldo de editoriales como Rialp, Visor, Renacimiento, Algaida o El Páramo, entre otras, y con el apoyo y colaboración de instituciones con importante servicio de publicaciones como es el caso de la Diputación cordobesa o el Ayuntamiento de Pozoblanco. Y ello no puede ser fruto de la casualidad sino de la calidad que atesora la obra de este joven autor; bueno, y de su insistencia.


Paco ha recibido diversas ofertas para publicar su última obra; finalmente lo ha hecho mediante una coedición entre Espuela de Plata-Renacimiento y el excelentísimo Ayuntamiento de Pozoblanco tras alcanzar todas las partes un rápido acuerdo, y ha contado además con la colaboración especial de Jesús Javier Redondo que, con su maestría habitual, ha plasmado diversas ilustraciones alusivas a los relatos, incluida la que preside la portada.


Hemos llegado así al libro de relatos que protagoniza la presentación de hoy, Los que miran el frío, su primera incursión narrativa de alcance.


Anunciaba en la última ocasión que tuve de presentar a Paco que el autor se encontraba entonces pergeñando un poemario dedicado a Guía, su esposa, y a la pequeña Blanca, su primera hija. En ello sigue, aunque desconozco si tiene el propósito de ampliar los contenidos a medida que aumenta el número de criaturas.

Y añadía yo en aquella presentación de junio de 2009: “aprovecho para desvelar que al día de hoy tiene asimismo muy adelantado un proyecto, al que está dedicando considerable tiempo y cariño, centrado en la guerra civil en nuestra comarca, que verá la luz en forma de relatos”.


La guerra civil…


Soy un enamorado de la historia y me dedico profesionalmente a su enseñanza. También absorbe gran parte de mi tiempo libre, que consagro a la investigación y al estudio de las fuentes documentales. Pero he de confesar que, al contrario que para muchos de mis colegas, la última guerra civil no figura precisamente entre mis temas predilectos. Siempre he mantenido una considerable animadversión a sumergirme decididamente en ella quizá porque desde muy pequeño advertí que era un hecho histórico distorsionado y contaminado de forma intencionada y contumaz tanto por los especialistas como por los profanos en la materia, y no digamos por sus principales protagonistas.

Hay otro motivo más. No concibo un acontecimiento histórico que no resista el ser abordado al menos con una pizca de humor. Y esto es imposible con nuestra guerra civil; en este asunto todo el mundo tiene la escopeta cargada. ¿Conocen ustedes acaso algún chiste sobre ella?


Y conste que hay materia y exageraciones de sobra para hacerlo porque según el cine y la literatura que gastamos, en un país como era el nuestro, con un 30% de analfabetos, tres de cada cuatro republicanos eran profesores y médicos, algunos poetas y el resto campesinos. Y los del bando contrario resulta que todos eran banqueros, altos cargos militares y enormes latifundistas; sí, enormes y latifundistas a la vez. Y me dejo los curas, que eran todos unos pérfidos y unos parásitos.

¿Y conocen ustedes a alguien que no tenga un abuelo que murió durante la guerra civil, por descontado republicano? Yo mismo, para no ir más lejos. ¿Y qué me dicen sobre la cantidad de muertos que hubo, que al parecer fueron tantos que hoy todavía tenemos que seguir enterrando a gente?


Paco, te voy a confesar un secreto: me hastía el tema de la guerra civil… Pero me encanta tu libro sobre ella.


Y me encanta porque no hay nada igual escrito sobre la contienda bélica en Los Pedroches tan bien contado y documentado y sin atisbo alguno de sectarismo, de propaganda, de parcialidad, de fanatismo. Sólo la voluntad de dejar un testimonio literario que resulta mucho más acertado y veraz que la mayoría de los libros de historia que se han escrito sobre la guerra civil en esta tierra pedrocheña.


Y me ha gustado porque a lo largo de todas sus páginas has tenido el acierto de mostrar un rechazo implícito y completo a la sordidez, a la crueldad innecesaria, a la estupidez sin límites, a la voluntaria u obligada hemiplejía mental que demostraron tantos españoles en aquella malhadada situación y que algunos aún se empeñan en recuperar y prolongar.


No hay duda de que, más que en otros aspectos, se trata de una obra basada en perfiles humanos, con la que el autor se ha propuesto mostrarnos el sufrimiento infinito a que se vieron abocados nuestros antepasados familiares y lo ha hecho con una atinada y sincera equidistancia, sí, pero comprometida y solidaria con la gente y la geografía de los Pedroches, sobre todo villaduqueñas, con una especial empatía hacia los personajes más humildes y más alejados de la estulticia ideológica. Y todo ello enmarcado en un paisaje cuya descripción evidencia un conocimiento exhaustivo del entorno y también un profundo interés por interiorizarlo.


Los que miran el frío recoge relatos que en su conjunto constituyen un libro duro, triste, desolador, pero al mismo tiempo admirable y revelador. Las narraciones están cargadas de principio a fin de violencia, de muerte, de hambre, de sensaciones de pérdida, de miedo, de dolor… no podía ser de otro modo.



En cambio, la venganza está casi ausente: su presencia es mínima en cuanto al desarrollo argumental y a los propios personajes y, por supuesto, es algo que el autor intencionadamente se encarga de no subrayar, pues la considera despreciable. Si bien no ha podido obviar la crueldad y las atrocidades propias de la guerra y los hechos abominables de algunos indeseables, Paco ha preferido centrarse en mostrar personajes auténticos, ávidos de reconciliación, con deseos de comprensión y ganas de sobrevivir y de salir adelante a toda costa.


Son muchas las voces y miradas que surgen de sus páginas, voces que se van alternando o reaparecen o bien se intercambian, y entre ellas destacan las de los niños y los peligrosos juegos a los que se entregan, juegos donde los más débiles llevan siempre la peor parte.


El drama está presente por doquier pero siempre está resuelto con delicadeza y belleza literaria porque es indiscutible el rigor, el acierto y el equilibrio de los relatos, el interés de todos ellos y su calidad literaria.

Porque, sin duda, hay mucha y buena literatura en esta obra, pero hay sobretodo un intento ético e histórico de aproximación a la verdad de los hechos y de sus protagonistas, a la objetividad, a la imparcialidad y a la necesidad de reconciliación.



No hallamos apenas reproches en sus páginas. Y tiene el mérito añadido de estar impregnada de bondad y de solidaridad hacia quienes sufrieron más que nadie los horrores de la guerra. Por ello, cuando concluimos la lectura, nos queda un poso indeleble de comprensión y simpatía hacia tantos protagonistas, reales o ficticios, como son los que pueblan las páginas de este excelente libro de relatos.
Al igual que pienso que quizá ya es hora de que todos pasemos página definitivamente y dejemos de lanzarnos reproches sobre lo acontecido en la última guerra civil, del mismo modo considero que todos nosotros deberíamos leer el libro de Onieva como una reconfortante actividad literaria a la par que como un necesario ejercicio de profilaxis con el fin último de no volver a repetir jamás aquella infamia.


Felicidades, Paco. Puedes estar orgulloso de tu libro.”

José Luis González Peralbo
El Silo. Pozoblanco, 6 de octubre de 2011