miércoles, 4 de agosto de 2010

ANÓNIMOS EN INTERNET



Alguien escribió: “si no estás dispuesto a asentar por escrito y firmarlo, no lo digas”… Y si nuestras palabras no incorporan las “tres rejas: la verdad, la bondad y la necesidad”, mejor que no la digamos.


LAS PALABRAS
D. Francisco Baena Calvo


Todos sabemos que en las comunicaciones y las relaciones humanas la palabra ocupa un lugar prioritario, si no es exclusivo.


Lo importante es saber decir las palabras, descubrir qué palabras hay que transmitir y en qué momento hay que decirlas.

No siempre decimos lo que conviene ni en el momento oportuno, si queremos que las palabras sean más que “añicos sentimentales y basura intelectual”, porque, como bien decía Enrique Jardiel Poncela: “Todos los que no tienen nada que decir hablan a gritos”.

Cuentan que “un joven discípulo de un filósofo sabio llegó a la casa de éste y le dijo:

-Escucha, maestro. Un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...

-¡Espera! –lo interrumpió el filósofo- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

-¿Las tres rejas?

-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

-No, lo oí comentar a unos vecinos.

-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien?

-No, en realidad, no. Al contrario...

-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

-A decir verdad, no.

-Entonces –dijo el sabio sonriendo- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido”.

Somos despiadados en nuestros juicios y no dejamos títere con cabeza y subrayamos más lo negativo que lo positivo de cada persona y de cada hecho que observamos.

La actitud crítica positiva reconoce los puntos débiles de cada hecho humano y la intención primera de su queja no es otra que mejorar en beneficio de los demás, de la mayoría, y no solamente contemplar el beneficio propio. Incorpora ciertamente las “tres rejas”: la verdad, la bondad y la necesidad.

No es bueno que se contemple nuestra vida con demasiada permisividad en nuestra relación con el otro pero sí pedimos que nuestros actos sean contemplados con piedad y nuestras debilidades con una pizca de misericordia.

Sólo así llegaremos a gestar una sociedad más auténtica y más justa, anclada en la crítica constructiva y en la capacidad de construir más cuotas de fraternidad y respeto.

Analiza tus relaciones y medita con gran intensidad si tus comentarios y tus críticas al otro pasan por la verdad, la bondad y la necesidad. Será la mejor manera de mejorar tu entorno y construir un mundo más solidario y más fraterno.

Alguien escribió: “si no estás dispuesto a asentar por escrito y firmarlo, no lo digas”… Y si nuestras palabras no incorporan las “tres rejas: la verdad, la bondad y la necesidad”, mejor que no la digamos.

SOBRE EL AUTOR: Francisco Baena Calvo
Nace en Luque (Córdoba) el 10 de Enero del año 1962. Estudió en el Seminario San Pelagio de Córdoba y el 6 de Julio del 1986 fue ordenado sacerdote por el Obispo de Córdoba, Don José Antonio Infantes Florido, en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Luque.

Es Licenciado en Estudios Eclesiásticos y colabora habitualmente en el Diario Córdoba. Ejerce de profesor de Moral y Religión Católicas en el IES "Florencio Pintado" (Peñarroya-Pueblonuevo)

Actualmente es Párroco "In solidum" en la Parroquia San Acisclo (Córdoba) en la Diócesis de Córdoba.

Fue profesor de Religión y Moral Católica en el IES “Antonio Mª Calero” de Pozoblanco y Cura Párroco de El Guijo.

http://blogs.periodistadigital.com/entreelcieloylatierra.php/2010/08/04/las-palabras-2




lunes, 2 de agosto de 2010

Éxito del corral de comedias de Almagro en El Guijo



Con esta obra comienza la Semana Cultural 2010 en El Guijo que viene celebrándose an Agosto desde hace más de diez años organizada por el Ayuntamiento de la localidad.



El grupo de teatro del corral de comedias de Almagro, interpetó la obra "LA POSADERA" con gran profesionalidad y éxito.



El recinto ferial se llenó de público y hubo que traer por dos veces más sillas para acomodar a las muchas personas que asistieron a la representación teatral.



Momentos antes de abrirse las puertas para que entrara el numeroso público asistente.

Pasamos un rato agradable en la noche veraniega de El Guijo.