El Guijo de Los Pedroches: VÍDEO DEL MANIFIESTO DE PIEDRA Y CAL

El ferrocarril ha supuesto a lo largo de la historia de nuestra ciudad un importante instrumento de comunicación, de intercambio y desarrollo social y económico, además de constituir un factor fundamental en la organización y distribución del espacio urbano de Pozoblanco a lo largo del último siglo.

La caseta del tren es el último y único vestigio constructivo que queda en Pozoblanco de la presencia del ferrocarril de vía estrecha.

Con el pretexto de la expansión económica y de una modernización mal entendida, venimos asistiendo en las últimas décadas al abandono ignorante de significativos edificios, a la pérdida del patrimonio inmueble que caracterizó a Pozoblanco durante épocas pasadas y a la degradación irreversible del paisaje histórico de nuestra ciudad.

Estos atentados contra el patrimonio histórico, que aparentemente no producen daños en el bolsillo de los ciudadanos, sí debieran constituir un motivo de alarma para toda la sociedad por cuanto el patrimonio y la historia que emana de él, forman parte de nuestro vivir cotidiano y deben seguir formándola en el futuro.

La presencia de estas muestras patrimoniales reaviva el pasado y lo funde con el presente para mostrarnos la riqueza y la variedad de las realizaciones y manifestaciones sociales, económicas y culturales que han venido sucediéndose en nuestra población a lo largo del tiempo.

La propia UNESCO, en sus recomendaciones para preservar el patrimonio histórico, insta a autoridades y urbanistas a proteger los edificios y monumentos originales y a que procuren que no se deteriore el entorno urbano que los rodea y en el que se incluyen, así como a intentar su conciliación armoniosa con la vida contemporánea.

Y aunque hay que reconocer que desde hace unos años la administración municipal ha llevado a feliz término la conservación, renovación y hasta el nuevo uso para edificios emblemáticos, no es menos cierto que bastantes otros inmuebles de menor significado, pero indispensables para la conservación del paisaje histórico de la ciudad, no sólo no han gozado de protección alguna sino que se han visto alterados de modo innecesario o poco adecuado, o incluso se han derribado sin la menor contemplación.

Desde hace demasiados años la caseta del tren se encuentra en deplorables condiciones, abandonada a su suerte, con los paramentos y la estructura deteriorados y con un lamentable abandono de su entorno.

Ante el peligro de perder el último edificio ferroviario en Pozoblanco, Piedra y Cal inició, años ha, una campaña para salvar esta pequeña pero simbólica pieza del patrimonio histórico local.

Estamos convencidos de que el patrimonio cultural es un acervo común y su protección depende de la totalidad de los miembros de la comunidad. No debemos considerar al patrimonio como algo reservado de forma exclusiva a una minoría de estudiosos, eruditos, políticos, técnicos o especialistas. Es responsabilidad de todos.

Desde el Ayuntamiento han sido varias las ocasiones en las que, a requerimiento de Piedra y Cal, se ha prometido y comprometido la rehabilitación de la misma, pero sigue pasando el tiempo y sucediéndose gobiernos municipales de distinta índole pero de similar indolencia en esta cuestión, y la casita se deteriora sin remisión y sin que se lleve a efecto su arreglo ni se ponga en marcha actuación alguna para remediar esta vergonzosa situación.

No podemos seguir esperando, ni tampoco mantenernos en silencio y permitir que una muestra más del ya de por sí escaso patrimonio de nuestra localidad se pierda ante la dejadez o la desidia de quienes tienen la responsabilidad de encontrar soluciones.
Es necesario por tanto que se actúe con rapidez porque el deterioro va aumentando y no queremos perder otro edificio histórico.

La Asociación Piedra y Cal ha creído que este es el momento oportuno para llamar de manera pública la atención de la ciudadanía y aprovechar este acto para reivindicar su restauración, instando a las autoridades municipales a la recuperación inmediata y definitiva de este espacio urbano y de la caseta del ferrocarril en base a lo tantas veces anunciado y prometido.

El plan de actuación deberá respetar todos los elementos que conceden al edificio su valor arquitectónico, consolidando su estructura y reponiendo aquellos materiales, cubierta, carpintería, etc., que fueran necesarios.

Consideramos que este edificio forma parte de nuestra historia, de nuestra cultura y del patrimonio de Pozoblanco, y por este motivo pedimos a quienes están al frente del gobierno municipal y a los demás componentes del Ayuntamiento que se respete la caseta y, sin que haya más dilaciones, se hagan las obras de rehabilitación necesarias para recuperar su aspecto original y proceder a darle un uso adecuado para la ciudadanía.