Manolo, además de estar casado con mi hermana Lourdes, es una persona de gran sensibilidad como se aprecia en todo lo que escribe y sobre todo es querido por quienes tienen la dicha de conocerlo.
Francisco Espejo, autor de la fotografía de portada de libro
Enhorabuena.
Puedes conseguirlo aquí
Así transcurrió el acto de
presentación del libro de poemas de Manuel
Espejo SABES QUE…, casi doscientas personas se reunieron en el Centro
Cultural Tomás y Valiente de Fuenlabrada.
Evento al que asistieron, entre
otros, el Editor del libro Carmelo Segura
(Entrelineas Editores) quien hizo alusión al hecho de agotarse el libro en poco
más de dos semanas, algo sorprendente e inusual para un libro de poemas y un
autor novel . Noelia Salcedo (Periodista) y María José Palacios (autora del
prólogo del libro) también elogiaron la obra de su autor, poniendo de
manifiesto la belleza y sensibilidad del libro de Manuel Espejo.
Por otra parte, un nutrido grupo
de familiares, amigos y compañeros del autor, arroparon en todo momento, a un
elenco de magníficos poetas que pusieron voz, colorido y belleza a estos poemas
que arrancaron generosos aplausos y
muestras de cariño desmedido que no cesaron durante el acto.
Manuel Espejo dio las gracias y se
despidió tal y como comenzó, recitando un poema a su tierra andaluza, “Baena”, lleno de sentimientos y
momentos vividos, que vinculan a este poeta cordobés de forma muy especial y
que se trasluce en cada uno de sus versos…
Lourdes Tamajón
13-02-15
Fuenlabrada
Poema que surge una de esas
mañanas de inspiración, corto, dulce,
entrañable como si fuese un caramelito que acaba por endulzar un instante.
CUÁNDO…?
Cuando callas, me
alimento de silencio,
cuando ríes, se ilumina
mi sonrisa,
cuando hablas, eres
todo mi alimento,
cuando te olvido,
también muere el alma mía.
Cuando respiro, es
porque estás a mi lado,
cuando te miro, sé que
hasta las rosas te envidian,
cuando te abrazo,
podría hundiese el mundo en mil pedazos
y no me enteraría,
cuando estoy dentro de
tu regazo, siento que recobro la vida,
cuando te veo pasar, de
cuando en cuando,
es como si escuchara
música celestial y no sé cuando…
Cuándo llegará ese
día…?
Cuándo regresarás a mi
lado…?
Cuándo...?
Dímelo tú, vida mía...
Cuánto, cuánto, cuánto
cuánto…?
Cuánto he de seguir
esperando…?
Cuándo llegará ese
día…?
Cuándo volverás a mi
lado…?
Cuándo…? Dímelo tú vida
mía…
Sabes que… (Toñi Palomo)
Es el poema que da título al
libro. Está compuesto, como otros muchos a la mujer que comparte mi vida, mis
sueños, mis miedos, mis inquietudes…
SABES QUÉ…
Tú eres todo cuanto
necesito,
nadie llega a esa
altura
desmedida de
integridad,
a esa verdad escondida
en tu rostro,
ternura ciega con la
que amas,
gesto descuadrado
para rechazar lo que no
encaja,
rutina que tú haces
diferente…
Sabes qué…
Puedo perderme en esa
mirada,
profunda y serena de
océano
que pocos han visto,
descubierto cuanto
esconden
y se trasparenta,
en cada movimiento
orbitado,
sensible a la luz
ultravioleta,
por eso ocultas su
belleza,
su magia, su plenitud
de mujer…
Sabes qué…
Nada es igual sin tu
presencia,
y yo… yo no sé…
ser libre sin tus
manos,
pintarte en la
imaginación,
encaramarme a tu boca
perfecta,
a tus palabras teñidas
de simpatía del sur
y aromas nocturnos de
nuestra tierra.
Te conocen y me
acurrucas en ellos,
mientras se funden en
uno.
Se eriza tu piel de
nácar,
moteada de estrellas,
caídas de un universo
cercano,
bellísimos puntos
acaramelados
que saboreo en cada
beso silencioso
que poso en tu cuerpo,
venero,
sin más sentido que el
de buscarte.
Sabes qué…
Adoro tu autenticidad,
tu clase armónica en movimientos,
la mezcla de gracia y
dulzura
que pones al hablar,
lo invisible y todo
cuanto se escapa,
no sé explicar,
ni verter en papel,
pintar en un lienzo,
o plasmar en un verso…
Enrique Díaz-Mayordomo Palacios filmando la grabación del acto
Provocación… (Jesús Martínez)
Aquí se reflejan las
inseguridades del ser humano, sus debilidades los caminos que te atraen,
tientan y luego son un infierno para recuperar lo perdido… Hay veces, la gran
mayoría en las que no hay vuelta atrás.
PROVOCACIÓN
Y ahora…¿Por qué me lo preguntas?
Qué has visto en mi
rostro,
qué pieza no encaja en
tu sueño,
qué palabra inoportuna
fue a herir tu voluntad,
qué silencio me he
guardado y precisas rescatar,
qué vacio necesitas
para llenar el tuyo propio,
qué promesa no cumplí,
qué viento me empujo hacia otro lado,
quién me apartó de tus
interrogantes,
quién, quién lo hizo.
Quién selló tu boca de
besos en mi ausencia,
sembró en el campo que
yo cultivaba,
mordió la fruta que hoy
envenena mi sangre…
¡Calla y no provoques
mi paciencia!
ni me sonrías con otra
intención,
ni deslices las manos
sobre tus muslos ardientes…
sabes que… me pierdo en
el deseo
y luego, luego llega el
remordimiento,
me vacio de mi mismo,
sin contemplaciones ni
miramientos.
No pases el aroma de
tus dedos por mi boca,
no te inclines sobre mi
cuello tembloroso,
árido, como desierto
que recorre mi espalda.
No me dejes estremecer
con tu lengua,
ni me pidas perdón,
ahora que mi voluntad se quiebra,
ahora que mi cerebro no
cuenta,
que los instintos
juegan despiadados
y absortos de
reproches,
inéditos, como todas
las veces
que sin querer rocé tu
piel…
¡No me digas ahora que
lo sientes!
cuando ni yo mismo me
creo mis lamentos,
cuando me has vencido
en mi propio campo de batalla
y te has quedado con
todos los latidos
que agitan mi cuerpo,
después de embriagarme
con tus juegos,
de enseñarme algún
camino por el que nunca transité
y ahí me he perdido,
sin recordar tu nombre…
me dejé llevar por tu
aliento,
perverso, invasor de mi
boca,
infractor de los
códigos más nobles,
huidizo de madrugada,
caprichoso,
en busca de alguna
intención
que otra vez no
contemplé…
Y ahora…Qué puedo yo
preguntarte?
Yo, que me colgué
enseguida de tu aroma,
y al día siguiente,
me arrepiento de forma
indefinida,
sí, me arrepiento,
pero cuando no estás tú
delante.
Entrar en la Fuente (Marian Oller)
Dedicado a Fuenlabrada y sus
fuentes, concretamente a las de las escaleras y con la que nuestra compañera y
amiga Marian, tiene un especial vínculo. Ella ganó el primer premio de
narrativa 2014, “La Fuente de las amistades”. La asemejó a las tres gracias de
Rubens y quien mejor que ella para disfrutarlo...
Una fuente en la que se puede
entrar, entrar y sentir sensaciones…
ENTRAR EN LA FUENTE
Entrar en la fuente que
da vida,
calor aplastante de
verano que sofoca,
frescor indefinido y terminaciones ansiosas,
de tocar tus montes,
tus valles, tu ombligo
y seguir el camino
prohibido,
en el mapa de una
geografía jugosa,
con juegos que
descolocan,
el gusto, la vista, mi
olfato, mi oído
y mi tacto, que también se desboca,
siguiendo el rastro del
agua en tu piel,
que mi sed provoca,
apaga a la vez y
arranca notas,
de música y placer,
a la orilla de tu boca.
Olivos (Vicente Sánchez Aguirre)
Poema corto, profundo y dedicado
a un elemento que forma parte del paisaje andaluz, sin él, sin su estampa, sin
su aceite, el de Baena, no se concibe a nuestra tierra…
Puesto en la voz de Vicente, que
cuando recita es como si sonase una melodía, suave, romántica…
OLIVOS
Haz de verde aceitunado,
que de plata por el envés te viste
y arropas el fruto
entre las ramas de tus brazos,
sobre un tronco retorcido
que su cintura ciñe,
mientras se aferran a esta tierra blanca
con fuerza tus raíces,
regadas con sudor
y sangre de tus manos
y con las lágrimas,
de tus momentos más tristes…
Caen las sombras (Mariano Cámara Cepeda)
La naturaleza, siempre
agradecida, regalándonos amaneceres, dándonos
los buenos días, siempre expectante de nuestras miradas; ella nos
devuelve belleza y nos muestra sus frutos, mientras la tierra se deja
acariciar, pisar y esperará paciente otro instante… por suerte, será
inesperado…
CAEN LAS SOMBRAS
Caen las sombras sobre
la tierra,
se derrama la luz
generosa,
la recibe agradecida,
se manifiesta fecunda,
parece que sonríe
cuando florece.
Lágrimas trasparentes de
rocío
salpican la aurora,
con lentitud
parsimoniosa
se va vistiendo de
verde,
se despide una estación
y llega otra,
como la vida que nace y
se multiplica.
A la muerte, no habrá
que llamarla,
vendrá sola…
Algún día me iré (Rosa Márquez)
Todos pensamos que hay momentos
que no llegan, cuando eres joven, la
vejez, cuando amas, el desamor, cuando
se acerca la muerte, el arrepentimiento de tus errores…Rosa Márquez nos presta
su voz para plasmar estos sentimientos…
ALGÚN DÍA ME IRÉ
Algún día me iré,
algún día el cansancio
será mi enemigo,
algún día mi voz se
llenará de silencio,
se callará sin
reservas,
se consumirá en la
espera,
paladeando palabras que
aún recuerdo,
empapadas de nostalgia
y todas aquellas de las
que me olvido.
Algún día me iré,
con mi soledad, sin que
elija yo el camino,
aquel que un día sembré
de esperanza,
alimenté con errores,
bebiéndome el elixir de
todo lo indefinido.
Me sacié de besos,
me dejé llevar en un
cruce de caminos,
me perdí por dentro,
descolgué mis gritos,
me jacté de mis propios
desaires,
bebí de otros pechos
prohibidos.
Acaricié nombres que
quemaron mi aliento,
vacié mis manos de
caricias,
retiré con insolencia
la mirada,
me quedé por dentro
vacio
y por fuera los
sentidos…,
ya no contaban,
no sentían el tacto
prohibido,
no miraban mis ojos
lascivos con ganas,
no saboreaba bocas pintadas,
ni tan siquiera escuché
tu llamada,
susurrando mi nombre al oído,
ni aspiré con deseo tu
fragancia,
ni me emborraché de
rosas y vino.
Algún día me iré,
minúsculo,
como grano de arena que
colma el desierto,
efímero como un
suspiro,
frágil como rama que
dobla el viento,
o como el reproche de
tu mirada,
que duele en lo más
profundo del alma,
sin que pueda
detenerlo.
Algún día me iré,
vacio, por fuera y por
dentro,
vacio...
Con que puedo quedarme (Juan Gálvez)
Rociero, eterno caminante de los
caminos sin dueño.
Juan es nuestro amigo y la
amistad un sentimiento que traspasa fronteras. Aquí se refleja el dolor del
corazón cuando se van los amigos y las preguntas sin respuesta, que todos en
algún momento de nuestra vida nos hacemos…
CON QUÉ PUEDO QUEDARME…?
Te has ido de repente,
sin avisarme,
sin tan siquiera dar
cuenta de tus intenciones,
todo en ti se ha
vaciado, tan deprisa,
que no sé escoger, ni
siquiera el recuerdo
que quiero perdure en
mi memoria.
Me viene tu voz
apagada,
balbuceando alguna
palabra inconexa,
o a mí, así me lo
parece,
agudizo mi oído, deseo
comprender,
descifrar lo que me
pides con tu mirada hiriente.
Ya no la reconozco,
me viene esa chispa
sarcástica
y guiños llenos de
complicidad,
me viene tu idea de
futuro hecho añicos,
desmenuzado antes de
tiempo
y algún consejo de
viejo prematuro,
audaz y desvergonzado.
Con qué puedo
quedarme…?
Borré mi sonrisa para
quedarme
con la tuya y no la
hallé,
vacié mis lágrimas
y pudo más la
impotencia.
Me vi desarraigado de
tu compañía,
casi de forma insolente
y un desapego
que me resultaba
extraño, hiriente,
evitando mis reproches,
que me los mordí todos,
uno a uno…
Con qué puedo
quedarme…?
Has dejado en el camino
tanta soledad…
¿Eso es lo que quieres
que escoja?
Un trozo de ese despojo
humano
que apenas es sombra,
un trozo de un todo que
se siente arrebatado,
tal vez, por una
inconsciencia tuya,
la de abandonarnos.
Te imaginé luchando con
todas tus fuerzas,
pero… no fueron
suficientes,
no funcionó la
estrategia.
Se desbarató tu mundo
y el de otros, tardará
tiempo en levantarse.
Ya eres polvo
y no sé en qué camino quieres quedarte,
con qué peregrino
adherirte a su piel,
qué canción quieres que
cante,
con qué luna y con qué
sol,
para intentar
recordarte…
Un instante que no quiero perderme. (Lourdes Tamajon)
La vida está llena de todos esos instantes
en los que cualquiera nos vemos inmersos.
Los hay duros y también hermosos
y tiernos como el que vive la abuelita Lourdes una tarde cualquiera, de esas en
la que se encuentra a una madre amamantando a su hijo, nuestro pequeño Fran,
nuestro nieto…
Vaya para él este momento que
jamás olvidaremos.
UN INSTANTE QUE NO QUIERO PERDERME
La boca posada en el pecho de su madre,
la ternura invadiendo el espacio,
succionando la vida con chupetones diminutos,
tibios, dulces,
mientras se cuela la voz de su abuela
en la penumbra primaveral del mediodía.
Es como una ráfaga de brisa
que le hace girar la cabeza al chiquitín,
suelta un instante su teta para sonreír,
mirar a su madre y luego a la abuela
y otra vez agarrarse a la vida,
a ese pecho bendito que le da el alimento.
Con su mirada lo ha dicho todo,
ha reconocido la voz de la abuelita,
que le piropea, que le dice mil veces…, guapo…!
que lo colma de besos,
lo cambia, lo duerme y le canta nanas,
de ayer, de hoy, de siempre…
Las clásicas y las inventadas,
algunas que ya cantó a su padre y a su tío,
compuestas por el abuelo, ese…
Duerme, duerme, mis brazos te acunan…!
Duerme, duerme, tu sueño lo cuida la luna…!
Recuerdos que regresan,
trozos de felicidad olvidada,
bellos instantes que hacen
que el corazón salte de gozo
y la alegría se instale
en el rostro de su madre,
que lo contempla extasiada,
sin que hagan falta palabras.
El pequeño FRAN continúa mamando
a pequeños intervalos de tiempo,
a su antojo,
se para y sonríe,
como si algo bonito interrumpiera su sueño,
liviano, acaramelado…
otros cuantos chupetoncitos…
y nada puede ser más hermoso
que contemplar esta imagen,
nada puede ser más bello
que parar el tiempo en este instante
y recrearte en él.
AGRADECIMIENTOS
Dicen que el orden de los
factores no artera el producto, en este caso, son personas con las que no hay
prioridades, si no cariño y gratitud…
Al ayuntamiento de Fuenlabrada y en
especial a la Concejalía de Cultura por
todo el apoyo prestado para que este momento sea una realidad.
A mis Editores (Carmelo Segura y María
Eugenia González Cintas) Entrelineas
Editores. A Sandra Vega Martín, correctora y maquetación, a Noelia Salcedo
(Dpto. Comunicación) periodista, a todos ellos, gracias y al equipo que forman
esta editorial por su especial esmero y cuidado en la elaboración de este
libro.
A María José Palacios, mi
profesora de los talleres de lectura y escritura, mujer sencilla y dotada de
sabiduría con la que aprendo cada día, sobre todo, a tener los pies en la
tierra. Ha elaborado un prólogo bellísimo.
Nadie mejor que ella para dar una pincelada objetiva o subjetiva a este
trabajo. Profesionalidad y cariño en cada palabra.
A Marisa Mañana, también
profesora de los mismos talleres en ausencia de María José y presentadora de
los cafés literarios en Fuenlabrada, ha elaborado una trasera del libro
magnifica.
Con ella nos une una amistad de
grupo y el comienzo de esta etapa en los talleres culturales.
Al mayor de mis hijos, Antonio, autor de la fotografía con la que
cierro este libro de poemas por estar siempre apoyándome en este proyecto, con sus
ideas innovadoras, para que los versos
de este libro lleguen a muchos lectores, un libro viajero que pueda recorrer
ciudades, pueblos, estaciones de metro, tren, aeropuertos… un libro de esos que
queremos viaje solo, no se quede en estanterías olvidadas y cuya nota de autor nos leerá, al final, José Tarifa, mi hermano, conocedor
de mis miedos y mis inquietudes.
Todavía estamos en el capítulo de los agradecimientos y ahora
le toca:
A mi hijo Francisco, autor de la
fotografía de portada, por cierto magnifica y de otras que figuran en el
interior, todas hechas con un gusto exquisito…
A Paloma, que nos ha dado este
nieto tan precioso y ha sido motivo de inspiración de tantos instantes.
A mi familia y a los amigos, los
de siempre, los que andan en la lejanía, los que tengo cerca, los de mi
Parroquia de Belén, a todos gracias por esas experiencias que forman parte de momentos que luego
reflejo en mi poesía…
También a mis compañeros y amigos
de trabajo que siempre han estado esperando este momento, a la Coral Dionisio
Aguado de Fuenlabrada, juntos formamos una familia y, como no, a los compañeros de los lunes y
los martes por vuestro cariño y escucha atenta y silenciosa…
Y por último, a Lourdes, mi
esposa, fuente eterna de inspiración. Sin ella este libro no estaría en
nuestras manos. Vaya para ti toda mi complicidad…
Sabes que…
Tú ya sabes que…
Termino con uno de mis poemas más
queridos, escrito una mañana de domingo en la que te asalta la nostalgia y la
tierra, reprocha tu ausencia…
Mi tierra
MI TIERRA
Mi tierra se ha olvidado de mis pasos,
como si no existiera,
como si quisiera rebelarse
con un gesto desairado,
tal vez, porque no me siente cerca.
Se ha olvidado de mi rostro
y se muestra esquiva,
como si no me conociera,
como si quisiera lastimarme
en lo más hondo del alma,
desterrando mis recuerdos,
los que forjaron mi infancia
y también, los de mi adolescencia.
Se ha olvidado de mis palabras,
de mis versos,
llenos de amor, de risas y de tristezas
y no me reconoce cuando le escribo,
ni cuando le digo
que aún en la lejanía,
la sigo sintiendo cerca, muy cerca.
Mi tierra no percibe mis lágrimas
que ahora, en este instante derramo,
se pierden en otros caminos,
por los que deambulo en silencio,
tragándome con un nudo su indiferencia.
No siente los latidos de mi corazón,
ni siquiera los recuerda,
se guarda para sí sus colores,
el verde de sus olivares
y el blanco de la cal,
con la que está pintada mi puerta.
Y el mar que simula su cielo color turquesa,
hermoso y resplandeciente,
cuando con un sol radiante se despierta,
evaporando las gotas de rocío,
sobre la inmensa campiña cordobesa.
Mi tierra está dolorida,
se siente huérfana sin mi presencia,
grita en silencio mi nombre,
me reclama como a un hijo pródigo,
pidiéndome que vuelva
y me susurra sin rencor al oído;
¡Aquí están tus raíces!
¡No renuncies nunca a ellas!.
Me acaricia con voz de terciopelo,
seca mi cara,
empapada de melancolía y tristeza,
arropa enseguida mi sueño,
sobresaltado por la lejanía
y esta cruel pesadilla
que como un revulsivo me despierta.
Tal vez, para que no me olvide de mi pueblo,
ese que me ha visto nacer
y al que querré hasta la muerte,
mi fiel y tan querido pueblo;
BAENA…
José Tarifa termina el recital con la lectura de la nota del autor.
NOTA DEL AUTOR
Si encuentras este libro, léeme y deja que mis palabras lleguen a
otros, que descubran instantes que pasaron desapercibidos, que rescaten la
esperanza cuando se oscurece la mañana, que pueda intercambiar experiencias con
quien piensa diferente, soñar aunque sea
despierto, llorar, reír, vivir que es de lo que se trata…
Vivir y contarlo…
Si encuentras este libro, ponlo en otras manos, en otro asiento y abre
alguna pagina, la que más te haya gustado, con la que te identificas, la que
marca tu instante, desabrocha algún sentimiento, ahonda en tu corazón, la que
te devolvió a la vida, aquella en la que te encuentres con algún beso olvidado,
un motivo para el perdón, el calor que necesitas, algún abrazo perdido que
quieres recuperar…
Si encuentras este libro, no lo dejes en estanterías olvidadas y lleno
de polvo, llévalo a otro compartimento del metro, deja que vuele con la alta
velocidad o en un tren de cercanías, o en la estación donde hacer más llevadera
la espera, o un adiós te deje el bálsamo de la vuelta, de los besos, de las caricias,
de las palabras, de tu compañía…
Si encuentras este libro, no te lo apropies para toda la vida, solo el
tiempo necesario para encontrarte a ti mismo en los versos, para curar una
herida, descolgar un teléfono y decir lo siento, darle la vuelta a la tristeza
de forma inesperada, inusual, mientras escoges tus palabras favoritas, las que
te lleven a un recuerdo, a una realidad con la que has soñado en más de una
ocasión, a un paisaje en el que nunca te habías detenido a contemplar,
recrearte en sus colores, tomar conciencia de lo deprisa que pasa el tiempo, la
vida, tan insignificante e importante a la vez… tan valorada y denostada,
depende en qué franja se encuentre, en qué punto del planeta, en qué
página de este libro que ya no me pertenece y a ti tampoco, hombre, mujer, que
pasas sus páginas, que lees sus versos, que te identificas con sus historias,
con la gente que te rodea, sus luces y sombras, con mi vulnerabilidad de ser
humano, que se ha acostumbrado a andar por los caminos, a observar la naturaleza
y el corazón y el alma que en mí habitan…
Manuel Espejo Jurado
Fuenlabrada, 10 de octubre de
2.014
A modo de epílogo...
Marian Oller escribe este magnífico texto lleno de contenido y jugando
con los títulos de los poemas...sorprendente y emocionante.
PRESENTACIÓN DEL LIBRO SABES QUE...de Manuel Espejo Jurado
Manuel, quiero agradecerte la experiencia tan
maravillosa que viví el día de la presentación de tu libro. Era cuestión de
tiempo que un poeta como tú publicara su obra. Sé que no será el único, habrá
más, porque tienes todas las cualidades de un autor de éxito: eres un gran
trabajador, tienes un enorme talento y una sensibilidad
que sólo es equiparable a tu generosidad.
Espero que no pierdas la buena
costumbre de recitar, porque tu voz
es un valor añadido a tus composiciones.
Y ahora paso a contarte, jugando
con los títulos de algunos de tus poemas, cómo fue para mí ese momento tan
especial en el que todo el mundo estaba radiante y feliz por ti.
CUANDO me invitaste a leer uno de tus poemas...
¿SABES QUÉ?
Me pareció una PROVOCACIÓN. Dios no me ha dado la
preciosa voz de Toñi Palomo. ¿Podría superar mi miedo escénico?
Increíble, pero cierto.
Mágicamente, sólo me preocupé de ENTRAR
EN LA FUENTE y con todo el cariño del mundo, contarle a todos, aquello que
el agua provoca en los que como tú, la
miran con el corazón y la dejan fluir a través de los sentidos.
Ya más relajada, escuché a
Vicente recitar melodiosamente sobre los protagonistas de tu querido paisaje
andaluz, que no son otros que los OLIVOS.
Después vi como CAEN LAS SOMBRAS, pasan las estaciones
y la vida.
Desde la tristeza nos dices ALGÚN DÍA ME IRÉ, no tengas prisa,
sigue disfrutando y plasmando tus vivencias en profundos poemas y no dejes de
leerlos en clase, es un lujo escucharte cada lunes.
Preguntas ¿CON QUÉ PUEDO QUEDARME? Yo
me quedo con tu generosidad. La presentación fue un éxito por muchas cosas,
pero sobre todo lo que más me impactó fue la sorpresa de ver tantos familiares,
amigos y compañeros alrededor tuyo. Todos teníamos en común algo grande: tu amistad.
UN INSTANTE QUE NO QUIERO PERDERME. Ver la dulzura en la cara de
Lourdes, parando el tiempo en ese instante tan bonito en el que el pequeño Fran, mama y sonríe. Sin
palabras, después de escuchar las emocionadas notas de esas bonitas nanas.
Insuperable ese poema tuyo
homenajeando tus raíces, tu tierra, tu pueblo, que hizo que todos en ese
momento, quisiéramos ser de BAENA.
Y por último el agradecimiento a tu esposa, fuente de eterna
inspiración. Y esas palabras cómplices SABES QUE...TÚ YA SABES QUE...Nos dejaban
entrever una bonita historia de amor.
Este día siempre quedará en mi
memoria.
¡GRACIAS MANUEL!
Marian/13 Febrero 2015
Queridxs hermanos más que amigos: no sabemos como la vida nos va reuniendo en el mismo río cuyo cauce confluimos pero afortunada me siento de ser esa porción de agua que se nutre de vuestro cariño y a la vez dejo mi caudal sobre vuestros corazones. Gracias a esta linda familia que sois MPepa, Pepe, Encarnita, Lourdes, Manolo -empatizando con nuestras locuras escritas...-, Marien, JCarlos...hijos, amigos...Me faltaba el peque de la familia -poco roce, pero no hizo falta más- : Paco... Gracias por tu hermoso blog y el cariño que en él depositas. FELICES NOS SENTIMOS DE PERTENECEROS. VOSOTROS YA ESTÁIS TATUADOS EN NUESTRO SENTIR "PA LOS RESTOS" ! Besos mil y abrazos...uf! ;) Vuestra "hermana adoptiva" y esposo <3 <3
ResponderEliminar