El autor del libro dijo: " ¿QUÉ es Memoria de la Clausura? Memoria de la clausura es el título de un libro y ya saben ustedes que un libro es hoy un producto que infunde sospechas, especialmente si no es obra de un autor consagrado, no está avalado por un premio llamativo o una apabullante campaña publicitaria o ni siquiera se ha escrito pensando en su adaptación cinematográfica. Si, además, se trata de un ensayo, sus contenidos son de carácter histórico y la edición está apoyada por una institución municipal, el desasosiego del personal adquiere proporciones preocupantes y hay hasta quien considera que debería llevar una advertencia similar a la que figura en las cajetillas de tabaco o incluso un prospecto de uso tópico y administración con indicación de los posibles efectos adversos.
Hay todavía demasiada gente que está convencida (no voy a decir que piensa) de que se escriben demasiados libros y más aún, que cualquiera puede escribir un libro. Y es cierto, hoy, cualquiera puede escribir un libro cualquiera. Pero la realidad de escribir es bien distinta. Crear exige un esfuerzo considerable en horas de dedicación, en sacrificio, en renuncias, a veces también hasta en talento; un libro de ensayo que trate de ser veraz y ecuánime también obliga a dedicar mucho tiempo y energía a viajes, a consultas, a trámites molestos, a horas y horas de acopio e interpretación de datos y documentos, a análisis y organización de contenidos, a gastos de todo tipo…
Otra cosa distinta es que el libro sea meritorio; eso es algo que sólo los lectores y los críticos podrán dilucidar.
De todos modos, ahora que estamos tan enfrascados con el asunto de la memoria y la amnesia histórica, sería bueno recordar que hace sólo dos generaciones la mayoría de nuestros antecesores no escribían apenas libros. Por desgracia, ni siquiera estaban capacitados para leerlos.
Por tanto considero que hemos avanzado notablemente y que el hecho de que se escriban muchos libros no debe resultar intrínsicamente negativo. Lo verdaderamente dañino sería que nos obligaran a leerlos todos.
Lo expuesto anteriormente sólo pretende ilustrarles sobre las bondades y por supuesto también las dificultades de escribir libros. ¡Y no les cuento las padecidas para publicarlo!
Memoria de la clausura no es un libro religioso, quiero decir, no pretende ser un libro de contenidos exclusivamente religiosos. Es un libro de historia. De la historia de unas mujeres, sí, (nadie va a poder negar que es un libro feminista); también de la historia de un edificio emblemático, un monasterio único y monumental donde observar la vida cotidiana de una comunidad; igualmente de un retazo del pasado de Belalcázar y de Pozoblanco. Pero en definitiva es la historia del carácter y la idiosincrasia de las gentes de los Pedroches a lo largo de dos siglos, manifestada en múltiples facetas.
El POR QUÉ de este libro viene de lejos. Mi primera visita al monasterio de Jesús de la Columna de Belalcázar tuvo lugar hace ya más de dos décadas. El motivo, un curso sobre patrimonio destinado al profesorado que impartía docencia en los centros de enseñanza de la comarca; habían dado comienzo recientemente las primeras actuaciones de restauración obra de una escuela taller y los responsables de educación y cultura tuvieron el acierto de programar como parte del curso una detallada visita al monasterio de Santa Clara. Aún la conservo grabada en la memoria.
Luego vinieron algunas visitas más, apresuradas y sin apenas sustancia. Pero un día, mientras trataba de recomponer la genealogía familiar, tuve noticias de la existencia de un libro de reseñas biográficas de religiosas conservado en el monasterio y entre ellas la dedicada a una antepasada de la familia. Tras varios intentos conseguí el propósito de acceder a ella y a partir de ahí fue como ir tirando de un hilo o, mejor, como esas muñecas rusas que te van deparando nuevas imágenes a medida que profundizas en ellas, hasta sumar 24 hermanas originarias de Pozoblanco.
De inmediato comprendí que el análisis detallado de esas reseñas constituía un valioso filón para el conocimiento de nuestro pasado. Y me puse a la labor, primero examinando unos asuntos, luego explorando otros hasta completar toda una estructura de capítulos entreverados cuya suma ha venido a formar este libro.
Al finalizar la escritura supe del propósito del excelentísimo ayuntamiento de crear una colección de libros dedicada a difundir ensayos históricos sobre Pozoblanco y los Pedroches, bajo el nombre de Juan Ginés de Sepúlveda; presenté la obra al entonces concejal de cultura, Serafín Pedraza, y la acogió con satisfacción. Diversos contratiempos fueron demorando el parto del proyecto pero, finalmente, se dio a la imprenta el primer número de la colección y hoy, tras años de espera y con Emiliano Pozuelo en la concejalía de cultura, ve la luz el segundo título de la colección.
¿DÓNDE tienen lugar los hechos recogidos en la obra? Los acontecimientos históricos necesitan contar siempre con un escenario geográfico donde desarrollarse. Y en este caso ese lugar es el territorio, tan conocido para nosotros, de los Pedroches. Una geografía que si bien ha sufrido cambios y transformaciones desde los tiempos aludidos en el libro, todavía podemos hoy reconocerla perfectamente en el paisaje de la dehesa, en su variada flora y fauna, en el trazado de caminos y veredas, en la disposición de la estructura urbana de los pueblos menos desarrollados, en la vivienda popular y en los escasos pero atractivos edificios de su patrimonio monumental…
Naturalmente en ese dónde tiene especial protagonismo el monasterio de Jesús de la Columna de franciscanas clarisas sito a extramuros de Belalcázar, una joya de la arquitectura religiosa cuyo conocimiento y visita está hoy, en parte, al alcance de todos.
Las viejas y elocuentes piedras del monasterio lo primero que imponen al visitante es un inmenso respeto y sobrecogimiento. Cuando nos acercamos al edificio, inmediatamente somos conscientes de lo que representa el lugar: arquitectura y vida monástica.
A la mayoría de los visitantes, y especialmente si se trata de la primera vez, el monasterio suele parecerles un edificio desproporcionado y caótico. Pero es así porque no somos capaces de entender que la arquitectura material del monasterio viene organizada y condicionada por el componente básico de la espiritualidad; la arquitectura debe dar una respuesta racional y ordenada del espacio a las necesidades de las religiosas, desde la visión de una determinada regla y una determinada cultura. Y es evidente que esa visión ni es suficientemente conocida ni tampoco compartida por la mayoría de las generaciones actuales. Pero eso no significa que tengamos que deshacernos de estos espacios, a veces a la tremenda, como se ha hecho en no pocas ocasiones.
Coincido con quienes opinan que los monasterios no deben estar deshabitados y aplaudo las obras de conservación que en ellos se realizan: la mayoría de los monasterios se levantaron gracias al mecenazgo real y nobiliario y se mantuvieron y mantienen con las ayudas proporcionadas por la sociedad; y en ese sentido no son solamente centros religiosos, también forman parte de nuestro patrimonio; por esta razón tenemos una responsabilidad en su cuidado y mantenimiento.
Pero tampoco debemos olvidar que el auténtico valor del monasterio belalcazareño está en la orden clarisa que lo habita; si ésta desaparece, ni la iglesia, ni el coro, ni el mobiliario, ni la huerta, ni el claustro, ni nada en definitiva tendrá sentido. La enormidad del edificio obliga hoy a aceptar en él administradores varios y otros usos alternativos y compatibles; y aún así nos llegan continuas noticias preocupantes sobre su perdurabilidad.
Pero el monasterio de Jesús de la Columna no es el único lugar protagonista del libro; también tiene un papel destacado Pozoblanco (las protagonistas proceden de él) y, claro está, Belalcázar, junto con otras poblaciones de la comarca pedrocheña y zonas limítrofes. El lector encontrará en el libro frecuentes referencias topográficas y geográficas que suponen una auténtica novedad.
¿CUÁNDO tuvieron lugar los acontecimientos descritos? Desde el punto de vista cronológico, los hechos recogidos en este libro se circunscriben al periodo que abarcan las biografías incluidas en el libro de memorias, es decir, los tiempos del reinado del último habsburgo, Carlos II, y los sucesivos reinados de los distintos borbones hasta el de Isabel II; son dos siglos, que en el caso de Belalcázar pertenecen casi en su totalidad a la administración señorial de los Zúñiga y Sotomayor, mientras en el de Pozoblanco comienzan justo con la subordinación al marquesado de El Carpio para luego retornar a la jurisdicción real.
¿QUIÉNES son los personajes analizados? En principio y aparentemente, las protagonistas del libro son hasta 24 mujeres pozoalbenses de diferente condición social. En realidad, el auténtico protagonista es el propio monasterio de Jesús de la Columna de Belalcázar y todo lo que gira en torno a él: el día a día de la vida comunitaria en clausura, las relaciones de poder, los afanes materiales y espirituales, las incidencias históricas, los contactos y prevenciones con el exterior, las formas de vida en nuestra comarca, el arte, el entramado social y político…
Es cierto que uno de los apartados del libro se ocupa exclusivamente del estudio biográfico y familiar de las religiosas pozoalbenses y ellas conforman el nexo que vertebra toda la obra; pero no constituye el apartado más extenso, ni tampoco el más importante. Es en los latidos del quehacer diario donde he querido profundizar el análisis a fin de que el lector se recree y acceda al conocimiento y a la total comprensión de lo que significó para nuestros antepasados la vida monástica en clausura.
Monjas, frailes, autoridades civiles y religiosas, soldados, labriegos, artesanos, médicos, pastores, artistas… todos tienen cabida en la obra y se suceden como lo hacen las propias páginas.
¿CÓMO se ha escrito Memoria de la Clausura? El libro ha necesitado una amplísima labor previa de consulta y recopilación de datos, documentos, material fotográfico… llevada a cabo fundamentalmente en Belalcázar y Pozoblanco, pero les puedo asegurar que he visitado multitud de lugares, organismos públicos, bibliotecas, archivos, personajes. He recabado información en el monasterio de clarisas, pero también de otros monasterios; he trabajado en archivos municipales, parroquiales, judiciales, episcopales, notariales, provinciales, particulares, de colectivos… Y lo he hecho con mucho gusto y casi siempre recibiendo la mejor atención que podían ofrecer sus responsables. Y se han necesitado varios años para su conclusión.
El libro se divide en cuatro apartados:
El primero se incluye a modo de introducción, con unas páginas dedicadas al origen del Monacato, su difusión e implantación en España, la aparición de la orden franciscana y la creación de monasterios y conventos por nuestra comarca, para concluir en el estudio del monasterio de Jesús de la Columna de Belalcázar tanto a nivel histórico como arquitectónico y funcional.
El segundo apartado constituye el núcleo principal de la obra y en él he pretendido aclarar, siempre bajo el hilo conductor de las profesas pozoalbenses, aspectos menos conocidos de la vida en clausura: primeros pasos vocacionales, intervención familiar, trámites y requisitos para ingresar, distinción de las religiosas según el tipo de velo -blanco o negro-, sucesivos pasos a superar (postulantas, novicias, profesas), la elección del nombre familiar y religioso, los cargos y funciones a desempeñar dentro del monasterio, el significado de la clausura, el horario y la vida diaria en el monasterio, la alimentación y el ayuno; las devociones, mortificaciones y disciplinas; la presencia de confesores y directores espirituales, la actividad musical, la indumentaria, la asistencia sanitaria, la enfermedad y la muerte, el origen social de las religiosas, el soporte económico del monasterio, las noticias históricas contemporáneas relacionadas con él…
El tercer apartado está centrado de forma exclusiva en el estudio biográfico y familiar de cada una de las religiosas pozoalbenses. Cada reseña individual lleva el correspondiente árbol genealógico familiar de la religiosa protagonista.
El apartado final se ha incluido a manera de apéndice y recoge la trascripción literal de las reseñas de las 24 religiosas presentes en el Libro de Memorias. El lector puede así conocer directamente el texto que ha servido de base para todo el estudio.
El libro se completa con un capítulo de agradecimientos, otro de bibliografía y un cuadernillo final de fotografías a color que, al igual que las que nos están acompañando en la presentación, ofrecen distintas visiones de Belalcázar y del Monasterio de Clarisas, en algún caso poco conocidas.
Otra cuestión es la finalidad de este libro, PARA QUÉ se ha hecho. No se trata de poner de manifiesto mis conocimientos, o la falta de ellos. El propósito no puede ser otro que el que apunta Manuel Moreno Valero en el prólogo: tratar de difundir a todos los interesados, y desde nuestro propio ámbito, el más completo conocimiento posible de los Pedroches en general y de Pozoblanco en particular. Es muy necesario para todos que no olvidemos nuestro pasado ni que abandonemos nuestro patrimonio, y corremos el peligro de hacerlo si nos limitamos a mantenerlo en la memoria de unos pocos; de ahí la importancia de la existencia de iniciativas privadas e institucionales para la animación y difusión de obras bibliográficas, como las realizadas bajo el amparo institucional del excelentísimo ayuntamiento, la concejalía de cultura y su servicio de publicaciones. En definitiva, el objetivo de una colección como la de Ensayo y Estudios Históricos “Juan Ginés de Sepúlveda” no puede ser otro que el de retornar a los actuales habitantes de los Pedroches el conocimiento de unos hechos y de un patrimonio que les pertenecen y de los que son sus auténticos dueños como herederos de lo que vivieron y realizaron sus antepasados.
Quiero finalizar mi intervención con un capítulo de AGRADECIMIENTOS que, necesariamente, tiene que ser amplio:
En primer lugar a la persona que ha oficiado de introductor, Antonio Fermín Morillo, viejo amigo pródigo y sincero, colega en la ardua tarea de explicar la historia a las nuevas generaciones y compañero en los empeños de la asociación Piedra y Cal, siempre atento a mis peticiones de auxilio.
También a don Manuel Moreno Valero que no ha tenido reparos en prologar la obra, persona conocedora e interesada en todo lo relacionado con Pozoblanco, y su más prolífico investigador.
A la comunidad clarisa de Belalcázar por la predisposición y amabilidad que he encontrado en ella para llevar a cabo esta investigación.
A las personas que han tenido una intervención decisiva en distintos momentos y apartados de la labor de animación, recopilación y creación, como Rafael Ruiz Olivares, Rafael Gil Caballero, Antonio Javier Tamajón y tantos otros que tengo presentes y seguro perdonarán que no los cite.
Al personal que trabaja en los distintos departamentos y organismos consultados, con especial mención a Antonio Dueñas en el Archivo Municipal de Pozoblanco y Pedro Soto en el ayuntamiento de Belalcázar.
A Rafa Sánchez Ruiz, que ha hecho un trabajo de fotocomposición extraordinario para las cubiertas de la obra y me lo ha brindado de forma altruista y sincera junto con parte del espléndido material fotográfico que incluye el libro y buen número de las imágenes que están siendo proyectadas.
A la ejemplar comunidad hospitalaria de Jesús Nazareno, por su pronta y entusiasta colaboración ofreciendo su hogar y capilla como marco ideal donde realizar esta presentación.
Al Excelentísimo Ayuntamiento, a las personas que integran la Comisión de Publicaciones y a quienes han encabezado en estos años la Concejalía de Cultura, Serafín Pedraza y Emiliano Pozuelo, por todas las atenciones e interés mostrados con mi propuesta y por las numerosas gestiones realizadas para allanar las dificultades surgidas.
A Gráficas García, por el gran trabajo de impresión realizado y su amable y cercano trato, pero también mi agradecimiento a otras empresas pozoalbenses de impresión que han mostrado interés en hacerse cargo de esta obra en particular.
A amigos y compañeros.
A mi familia, en especial a mi esposa e hijas, mi principal y más firme apoyo, a las que el tiempo dedicado a este libro me ha impedido prestarles la atención que ellas, más que nadie, se merecen.
Y a todos ustedes por la estima que me demuestran con su presencia y acompañamiento en una noche como ésta.
Muchas gracias" .
En primer lugar a la persona que ha oficiado de introductor, Antonio Fermín Morillo, viejo amigo pródigo y sincero, colega en la ardua tarea de explicar la historia a las nuevas generaciones y compañero en los empeños de la asociación Piedra y Cal, siempre atento a mis peticiones de auxilio.
También a don Manuel Moreno Valero que no ha tenido reparos en prologar la obra, persona conocedora e interesada en todo lo relacionado con Pozoblanco, y su más prolífico investigador.
A la comunidad clarisa de Belalcázar por la predisposición y amabilidad que he encontrado en ella para llevar a cabo esta investigación.
A las personas que han tenido una intervención decisiva en distintos momentos y apartados de la labor de animación, recopilación y creación, como Rafael Ruiz Olivares, Rafael Gil Caballero, Antonio Javier Tamajón y tantos otros que tengo presentes y seguro perdonarán que no los cite.
Al personal que trabaja en los distintos departamentos y organismos consultados, con especial mención a Antonio Dueñas en el Archivo Municipal de Pozoblanco y Pedro Soto en el ayuntamiento de Belalcázar.
A Rafa Sánchez Ruiz, que ha hecho un trabajo de fotocomposición extraordinario para las cubiertas de la obra y me lo ha brindado de forma altruista y sincera junto con parte del espléndido material fotográfico que incluye el libro y buen número de las imágenes que están siendo proyectadas.
A la ejemplar comunidad hospitalaria de Jesús Nazareno, por su pronta y entusiasta colaboración ofreciendo su hogar y capilla como marco ideal donde realizar esta presentación.
Al Excelentísimo Ayuntamiento, a las personas que integran la Comisión de Publicaciones y a quienes han encabezado en estos años la Concejalía de Cultura, Serafín Pedraza y Emiliano Pozuelo, por todas las atenciones e interés mostrados con mi propuesta y por las numerosas gestiones realizadas para allanar las dificultades surgidas.
A Gráficas García, por el gran trabajo de impresión realizado y su amable y cercano trato, pero también mi agradecimiento a otras empresas pozoalbenses de impresión que han mostrado interés en hacerse cargo de esta obra en particular.
A amigos y compañeros.
A mi familia, en especial a mi esposa e hijas, mi principal y más firme apoyo, a las que el tiempo dedicado a este libro me ha impedido prestarles la atención que ellas, más que nadie, se merecen.
Y a todos ustedes por la estima que me demuestran con su presencia y acompañamiento en una noche como ésta.
Muchas gracias" .
José Luis es un apasionado de la Historia, es un magnífico profesor, reconocido por los que han tenido la suerte de ser sus alumnos/as, es un buen compañero de trabajo en el IES "Antonio Mª Calero" de Pozoblanco y sobre todo es una gran persona. Enhorabuena por tu libro.
Antonio Javier Tamajón Flores.
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